Las cortinas y los visillos tienen un uso lógico y muy obvio que es el que en primer lugar pensamos todos: facilitar la intimidad de la habitación, cocina o salón donde están instaladas y controlar la entrada de la luz en la estancia. Pero no es el único. Los tejidos de cortinas pueden utilizarse con muchos y variados fines. Al ser elementos flexibles, fáciles de desplazar, instalar y cambiar, podemos aprovechar su utilidad para diversas funciones. Veamos al detalle una de ellas: la cortina como separador de ambientes.
Se trata de un enfoque que se está convirtiendo en una tendencia absoluta en estos últimos años. El hecho de que cada vez se construyan más casas y pisos con espacios abiertos convierten a los tejidos de cortinas en elementos indispensables para distinguir distintas áreas en casa y proporcionar intimidad y resguardo cuando se precisa.
Las cortinas más adecuadas para separar ambiente son las que tienen tejidos más contundentes, pesados y opacos, de modo que puedan servir también para tamizar la luz o dar oscuridad cuando quieras.
Beneficios de usar las cortinas como separador de ambientes
¿Qué ventajas tiene el uso de cortinas para distribuir habitaciones? La gran ventaja que tienen este tipo de 'separadores' es su versatilidad y la comodidad en cuanto a su uso. Las cortinas permiten aislar zonas de la vivienda sin compartimentar de manera definitiva las habitaciones. Se puede elegir, en cada ocasión, cómo se separan las estancias: poco, nada, totalmente. Las circunstancias de cada día y los gustos personales son los que mandan en esta ocasión. Cuando se quiere disfrutar de un ambiente despejado, se recogen en los laterales sin esfuerzo y ¡listo!
Dado que las cortinas disponen de una inmensa variedad en cuanto a opacidad, texturas o colores, hay millones de opciones entre las que elegir para encontrar el enfoque perfecto. Se puede, incluso, ir variando con las estaciones entre diferentes tejidos o colocar distintos estampados o colores cuando se quiera cambiar de aires.
Colocar cortinas para separar habitaciones permite, además, proteger del frío aislando mejor cada una de las estancias. Otro de los beneficios de las cortinas separando habitaciones es que oscurecen la habitación cuando se necesita y dejan pasar la luz cuando se quiere. Y no solo eso, hacen efecto de barrera frente al eco que puede darse en muchas ocasiones en los ambientes más despejados de la casa.
Otros usos de las cortinas lejos de las ventanas
Otra de las grandes opciones de las cortinas es la de convertirse en las 'puertas' del armario del dormitorio o de la alacena en el comedor. Son flexibles, no estorban y protegen las baldas interiores, además de ocultar el interior cuando no se quiere mostrar.
Vestir las ventanas, separar ambientes y hacer de puerta en los armarios no son las únicas utilidades que tienen las cortinas actualmente. Aunque en España es poco habitual, en otros lugares las cortinas se usan en algunas ocasiones para decorar paredes en las que no hay ventanas, por ejemplo, para dar un toque textil más cálido y confortable a la estancia.
Junto a ese peculiar uso, las cortinas se usan para dar un toque romántico al dormitorio en las actuales camas 'con dosel' y se usan, muy frecuentemente, para cubrir las puertas de cristal que dan a terrazas. Hemos visto, sumado a todo esto, en los últimos años el uso de cortinas como cabecero de la cama, un enfoque diferenciador que desde luego atrae las miradas de quien entra a la habiración.
Así es el toque diferente y práctico de las cortinas en las viviendas más actuales lejos de las ventanas... ¡nos encanta!