Una de las cuestiones más complejas que se afrontan cuando tienes una habitación pequeña es, además de encontrar el modo óptimo para almacenar, encajar un estilo de decoración que dé sensación de espacio, pero aportando el plus vistoso de la decoración actual. Si tu dormitorio es de tamaño mini, sigue leyendo, porque esto te interesa.
Los tejidos, en estos casos de habitaciones pequeñas, son una gran ayuda. La razón de que esto sea así es que, ocupando poco, ofrecen multitud de ventajas: aportan una visión diferente a la habitación pequeña; si están bien elegidos favorecen la luminosidad del dormitorio; proporcionan intimidad; y, además, no son elementos que ocupen sitio. Si tienes una habitación pequeña, hay que centrarse en dos aspectos fundamentales: los muebles justos y los tejidos de cortinas y ropa de cama.
No todos los tejidos valen para habitaciones pequeñas, eso hay que tenerlo claro. Hay telas que funcionan mejor que otras. Uno de los mejores textiles en ese caso es el de las telas semitranslúcidas tipo devoré: aportan sutileza, elegancia y presencia sin agobiar. Para quien necesite un ambiente más cómodo, sencillo o en el que se precise más intimidad, las cortinas de lino o algodón son su elección. Son tejidos frescos, que también pueden colocarse en la cama en forma de coberturas y cojines. Los tejidos livianos son fáciles de lavar y mantener, además de que ayudan a decorar. Si quieres saber más sobre las cortinas ideales en dormitorios con escaso espacio, en este artículo encontrarás las claves principales.
El color también es un punto importante a tener en cuenta en dormitorios de pequeño tamaño. Blancos y colores claros son las tonalidades que mejor conjugan en habitaciones pequeñas porque contribuyen a hacer que el espacio sea más luminoso y amplio visualmente. Esto vale tanto para las cortinas o visillos como para el tono de las paredes. Con una habitación pequeña, apuesta por el blanco que es el tono que más capacidad tiene para reflejar la luz: hasta un 96%. Con paredes en blanco, puedes permitirte algún toque de color más llamativo en los textiles de la cama, por ejemplo, o del tapizado del cabecero.
Pensar muy bien los muebles y sistemas de almacenaje que se quieren o se pueden poner en habitaciones pequeñas es, en estos casos, más importante que nunca. Los muebles justos y necesarios para estar cómodamente y aprovechar el espacio vertical de las paredes es la clave. ¿Cómo se consigue esto? Con estanterías hasta el techo, por ejemplo, mobiliario de doble uso y una cama arcón que se pueda llenar de las cosas que menos se usan.
En cuanto al resto de elementos, se puede mejorar una habitación pequeña apostando por apliques en lugar de lámparas para iluminar el dormitorio y poner un espejo colocado estratégicamente hace magia favoreciendo un impacto visual mucho mayor de cada dormitorio. Si, además, puedes disponer de un armario de obra y con puertas correderas... ¡mejor que mejor!
El cabecero de la cama es otro de los elementos prescindibles si eso ayuda a dar más sitio de paso alrededor de la cama, aunque si no te ves sin él, los hay en el mercado con un fondo mínimo que no ocupan demasiado. En habitaciones pequeñas sigue la regla de: 'menos es más'.