Los estores son una opción ideal y en absoluta tendencia desde hace años para la decoración del hogar. No en vano permiten vestir las ventanas con estilo y con multitud de tejidos, colores o diseños, adaptándose a cualquier medida. Frente a los visillos tienen la gran ventaja de poder colocarse independientemente de la disposición de los muebles que estén alrededor. Si tenemos sofás, camas, aparadores o mesillas junto o debajo de la ventana, los estores se perfilan como la elección más inteligente para los textiles de la estancia. Al poder recogerse en vertical se libera mucho espacio desde la ventana hacia el suelo o en los laterales.
Con los estores puedes tener absoluto control en el grado de entrada de luz que necesita el salón o dormitorio que estés decorando. Al poder subirse y bajarse puedes colocarlos en el punto que más te interese en cada momento según la entrada del sol. Y no solo eso. El tipo de tejido que utilices para ellos te permite dejar pasar más claridad y luz en la estancia (tejidos más livianos, colores suaves y claros) o proporcionar aislamiento si así lo prefieres. Por lo general no es necesario un tejido demasiado contundente puesto que ya las telas actuales de los estores proporcionan intimidad y tamizan la luz sin necesidad de ocultar de manera total la ventana. Un ejemplo perfecto son estos estores de El Telar de Bilbao con un tejido de Casper Dos.
Según su confección hay diferentes tipos de estores a medida, para elegir el que mejor convenga tanto a la habitación que estés decorando como al estilo general de la decoración de toda la casa:
- El estor paqueto, en primer lugar, se recoge de forma natural e irregular, como en ondas, en la parte superior de la ventana. Se recoge con un cordón a través de unas anillas que quedan ocultas en la cara que no se ve. Da sensación de estilo desenfadado y actual.
- En el caso de incluir varillas (el denominado estor plegable), el plegado de estos estores a medida se hace de forma más equilibrada y simétrica en tablas horizontales anchas, por lo que da un aspecto totalmente ordenado. Al llevar incluidas varillas en su composición, cuando este tipo de estores se lavan es necesario retirarlas previo al lavado y luego volver a colocarlas para que quede igual que antes.
Los tejidos más livianos y ligeros son ideales para el tipo estor paqueto, mientras que las telas más robustas quedan espectaculares con los estores a medida plegables.
Los dos estilos de estores pueden instalarse directamente en el techo o en una pared, sin necesidad de estructuras adicionales que sobresalgan, como sí ocurre, por ejemplo, en los estores enrollables. Así, si tienes que instalar dos juntos en una ventana para que tengan capacidad de moverse de manera independiente pueden quedar mucho mejor visualmente al estar totalmente pegados cada uno de sus tejidos. Esto, además, proporciona sensación de continuidad que siempre es una seña de confort visual.
En el caso de ventanas asimétricas o con complicada ejecución, como lo que ocurre en muchas ocasiones con las buhardillas de las casas, los estores se convierten prácticamente en la única opción posible. Se adaptan a las formas de la ventana y facilitan mucho la decoración de estas complicadas estancias.
Decidirse por un estor no implica que dejes atrás la decoración con visillos si te gusta. Vemos a diario combinaciones de visillos y estores espectaculares porque dan un toque diferente al salón o a la habitación (en la cocina es otra historia muy distinta ), además de decorar con mucho estilo y conseguir un toque diferenciador. Se tienen las ventajas de los dos sistemas de cortinas y destacan por su elegancia y estilo visual.
Si estás dudando sobre si colocar en tu casa estores o visillos puedes consultar este artículo donde damos las ventajas y los inconvenientes de ambas confecciones en cada habitación de la casa.