Uno de los estilos de decoración que más impacto tiene en estos años es el oriental. Eso sí, en el plan más actual. Abandonamos los rasos, los rojos y los dorados que en los años 80 distinguían este tipo de estilo decorativo centrado en las tendencias procedentes de China para dar lugar a un estilo oriental refinado, minimalista y suave que da lugar a un espacio ideal de reflexión y serenidad. Se trata de una decoración más relacionada con el estilo japonés, en el que la serenidad y la armonía son parte central de todo.
La clave del estilo oriental reside en el equilibrio, apostando por una estética neutra. Eso no obliga a que todo sea blanco, nada más lejos de la realidad. Se trata de encontrar el equilibrio en todo: entre los tonos más oscuros con los más claros, entre los diferentes materiales, entre las distintas texturas... la armonía como objetivo para disfrutar de una correcta proporción visual.
Los tonos blancos, verdes, azules y arena son distintivos en esta opción decorativa en la que el textil cobra todo su sentido estético vistiendo ventanas, camas y sofás. Los azules claros y los grises también suelen combinar bien para dar un toque diferenciador a las paredes.
Las texturas orgánicas, el cristal, la piedra natural, la madera... Todo ello se combina en las estancias orientales con una única finalidad: armonía.
Los dormitorios son habitaciones ideales para este tipo de estilo que combina el minimalismo con un enfoque más espiritual, relajante y zen. Todo se basa en colores neutros, sin estampados por lo general. Luces suaves, camas de madera bajas, espacios despejados y muy pocos muebles. Los justos y más necesarios únicamente. Para las cortinas, visillos largos y de tonos suaves y claros que aportan serenidad.
Aunque el dormitorio es el espacio en el que más destaca el estilo oriental, también el salón o el comedor puede encajar en este enfoque decorativo. ¿Cómo? Pues apostando toda la creatividad oriental y armonía a los tejidos: los cojines de los sofás y, sobre todo, los visillos y cortinas son claves. Es en los textiles donde el estilo oriental refleja su apuesta por lo natural y la serenidad. Y es que el ambiente relajante es más fácil de lograr rodeado por tejidos naturales de colores suaves. Junto a ello, escasez de muebles y, por ejemplo, mesitas de centro bajas que despejan visualmente el ambiente.
No es sencillo dar una vuelta completa al hogar habitual español con este tipo de estilo decorativo, sobre todo por el estricto minimalismo que desprende, pero optando por telas claras y suaves y el resto de consejos de este artículo puedes ir orientando las habitaciones de tu casa hacia esta decoración tan armoniosa, elegante y relajante.
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